HOMOFOBIA
Neverg Londoño Arias
EL DIARIO 180225
Cuando un presidente estadounidense afirma que en su país "habrá solo dos
géneros: hombre y mujer", genera enorme confusión porque hace pública su
pretensión de restringir los derechos de los colectivos LGTBIQ+, posición
homofóbica que fortalece situaciones aparentemente superadas de marginalidad y
desprecio hacia minorías específicas. Los gobernantes del mundo afines a esa línea
de poder, se envalentonan.
La comunidad científica alertada por un golpe más, no puede abandonar un trabajo
de muchos años en los cuales ha logrado investigar sobre la diversidad de la
condición humana para reafirmar la existencia de distintos grupos de identidades
diferentes a lo masculino y lo femenino. Los marginados-sexuales víctimas de
constante hostilidad, ven tambalear sus logros en cuanto aceptación y estabilidad
en personas con un estilo de vida diferente que buscan abandonar el anonimato
social y el miedo al rechazo y el escarnio. Son los que en sus mejores momentos
han afirmado: “Dios nos hizo diversos y Él nunca se equivoca”.
La homosexualidad es un estado de atracción entre personas del mismo sexo con
sus componentes románticos, sexuales, comportamentales y emocionales que le
dan sentido de identidad a un individuo y al agrupo al cual pertenece. Es una
“variación natural que se integra en la diversidad mostrada por los demás animales”,
afirma la bióloga Joan Roughgarden.
Las causas de la homosexualidad no se han logrado establecer con claridad; se
comparten criterios biológicos y ambientales, las relaciones con el padre y la madre
y el medio sociocultural; aspectos de por sí determinantes desde la edad temprana
y que influyen en los cambios de la orientación sexual. La consecuente elección de
pareja es una actitud normal que hace parte de la vida de relación. Decidir lo
adecuado conlleva a una elección inconsciente propia de cada ser humano en lo
que lo equilibra y lo hace feliz.
El mundo actual debate el problema de la aceptación al ser homosexual con
matrimonios, uniones civiles y convivencia pública. La homofobia o homoerotofobia,
rechaza la homosexualidad en todas sus formas. En diferentes países homofóbicos
se expresa con el marginamiento social, político y religioso; falta de reconocimiento,
restricciones de todo tipo, arrestos, prisión, juicios, ejecuciones extrajudiciales y
pena de muerte.
En el psicoanálisis la homofobia es una formación reactiva hacia sentimientos
homosexuales latentes o reprimidos. Freud afirma que el sujeto construye esa
reacción contra la expresión de su deseo con el objetivo de protegerse de él.
(Pfn.Bqa.Sto/180225
UN PERIODISTA
Neverg Londoño Arias
EL DIARIO 110225
El manejo de la información es un asunto de cuidado. Yuval Noah Harari en su
reciente obra “Nexus”, establece un vínculo entre información, verdad y orden en su
relación con la sabiduría y el poder. Este esquema aparentemente elemental
muestra el mundo de la complejidad en el cual deambula el periodismo como una
profesión encargada de preservar la historia de cada día desde infinidad de formas
que hacen posible el testimonio permanente de todos los tiempos antepuesto al solo
compromiso de mirar, analizar e informar.
El periodista se hace en la realidad de su entorno con la capacidad de ver, conocer
y hacer posible que otros conozcan el mundo, ese mundo que se esfuerza por
compartir. La información se convierte en poder desde la apropiación de una verdad
que a la vez genera riesgo. Cuando la información cuestiona a personas,
organizaciones, grupos de poder y sistemas, aparecen la censura, el acoso laboral
y judicial, la amenaza y la agresión verbal y física.
La verdad es una, pero como en toda actividad humana donde juegan las ideas la
mirada a la propia realidad se hace desde el lugar en el cual se ubica el observador:
tu verdad y mi verdad. Es el mundo plagado de información y realidades tan
cercanas a la ficción donde el medio ambiente es campo de batalla para ecologistas
y anti-ecologistas; arte, ciencia y conocimiento que se muestran para ser conocidos
analizados e interpretados; guerras internas y externas de nunca acabar; sueños
eternos de paz y derechos humanos en predios de guerreristas y pacifistas;
desigualdades que benefician a minorías, mientras las mayorías viven la eterna
esperanza de una salvación; populismos de derecha e izquierda que se anudan en
sus contradicciones hartándose de las veleidades de un poder transitorio por mucho
que se auto-prolongue en sus tiempos; y los pecados de la fe desde la lucha de las
religiones por sobrevivir en un ambiente cargado de escepticismo que parece
precipitarlas a un submundo de intensa soledad.
Allí, en esos espacios sórdidos de una realidad angustiante se forma el periodista,
un actor social que trata de orientar la opinión desde su compromiso de ser la voz
que clama por el milagro de un mundo mejor para todos.
Los homenajes definen el reconocimiento a la tarea cumplida, al exponerse a un
riesgo sin escoltas al investigar y entregar el relato de un suceso y en el análisis de
las cosas de lo común; y más aún, de las ventajas y desventajas en el invitar a
conocer el mundo en el cual se vive, teniendo en cuenta que siempre la verdad
recibida puede ser suficientemente amable o tal vez urdida en la desesperanza.
(Pct.Pra/110225
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